De sobremesa
José asunción silva
Durante una
tertulia de sobremesa acepta leer para sus amigos para leer el diario donde
relata su estancia en el viejo continente. Allí describe cómo, tras una vida
dedicada a la sensualidad y el placer, termina obsesionándose con Helena, una
adolescente a quien ve de paso en un hotel suizo, y convierte en la
personificación idealizada de sus deseos más puros. Luego de una larga
búsqueda, descubre que Helena ha muerto, cayendo en una extraña enfermedad
nerviosa y tras recuperarse retorna desencantado a su país. Silva puso en
Fernández rasgos de su personalidad y abundante autobiografía, al tiempo que
hace de sus deseos sueños del protagonista. Fernández, más que un retrato del
autor es su mejor delirio. Rico, hermoso, poeta, vive rodeado de refinamientos
y lujos pero es víctima de un suplicio de Tántalo: querer, tener y saberlo
todo. En plena juventud, Fernández ha agotado los caminos que conducirían a la
felicidad. Una de las metáforas más interesantes de la novela la descubre el
lector al saber cómo el pasado de Fernández podía ser un presente de Silva. La
búsqueda de la belleza y de las formas es un camino más en la obtención del
poder.
Conflicto Principal:
Este conflicto narra en si la
decadencia del hombre tanto en el ámbito cultural como lo es en el arte,
teniendo de antecedente una nueva formación de una etapa de la vida en cuestión
a la forma de pensar, este tiempo es el modernismo, el cual se ve rodeado
primero que todo por la pobreza la cual ve la obligación de abandonar
Latinoamérica para probar suerte en Europa, en donde se cree que la persona
obtendrá todo su futuro solo por viajar a este sitio.
Espacio tiempo
Finales del siglo XIX
Personajes
Charvet: el médico que tan
benévolamente trata las recaídas y vértigos de José Fernández, es en realidad
un trasunto de J-M. Charcot maestro del famoso Sigmund Freud. Este pionero de las
enfermedades nerviosas y practicante del hipnotismo, fue todo un personaje que
por lo innovador y lo extraño que resultaba entonces su campo de estudio, se
convirtió en todo un referente del orbe Fin de siglo.
John Rivington: está
inspirado en dos personajes, por un lado un médico inglés llamado Walter
Rivington. Del cual tomaría el apellido, pero en el carácter del personaje los expertos apuntan a Vargas Vega
(1828-1902) Iniciador del periodismo
médico en Colombia y amigo y consejero del poeta.
Los Miranda:
Mariano y Onofre, padre e hijo respectivamente, son los personajes que llevan los negocios de Fernández en París;
resultan un trasunto de Miguel y Onofre Vengoechea que llevaban los negocios
del tio-abuelo de Silva, Antonio María Silva y Fortoul, el cual residía en
París e invitó a nuestro bardo a ir a la capital.
L.G. Rivas: el
marido de Consuelo en la novela, que llama condescendientemente Pepillo al
protagonista, y con cuya mujer se acuesta finalmente. En la realidad un viejo
conocido de Silva llamado también Luis Guillermo Rivas.
Helena de Scilly:
algunos han intentado identificarla con la pintora María Bashkirseff, otros(1)
con un supuesto romance que tuvo Silva en su juventud, la hija de un tal Carlos Holguín, presidente de
Colombia entre 1888-92. Pero es posible que Helena no sea nadie y todas a la
vez, con un poco también de la Beatriz de Dante Alighieri, y de la Elisabeth
Siddal de Dante Rossett
Juan Rovira: se trata de Hernando Villa, gran amigo, que animó a
nuestro poeta a reescribir parte de su obra perdida, y según parece fue la
última persona que lo vio con vida.
José Fernández:
trasunto de Silva, se presenta como un ser dual, de buena cuna, por parte de
madre (los Andrade) desciende de llaneros, habitantes adustos y asilvestrados,
buenos jinetes, destacaron en la Guerra de Independencia por su brutalidad y
efectividad para medrar al enemigo. Por parte de padre (los Fernández) vienen
de un viejo linaje aristocrático español, gentes devotas, cultas pero de sangre
enferma.
La importancia de la obra de
silba radica en la descripción de tallada del cosmopolitismo de las naciones
florecientes de américa.
Realmente si es una obra cosmopolita dándonos a conocer
diferentes lugares dentro del diario ofreciéndonos opiniones artísticas y
personales sobre lo vivido en aquellos lugares, pero cuando entramos en
contexto de las naciones florecientes de américa contando a Colombia y a Venezuela
como unas de ellas podríamos si afirmar que de sobremesa es una novela
cosmopolita
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